De origen humilde, su padre se dedicaba a construir tejas y techos, y aunque desde pequeño se dedicó a diversas actividades del campo u otros trabajos espontáneos, la pintura a fin de cuentas fue el camino que eligió para vivir.
Aunque a sus inicios fue criticado por no dedicarse a las actividades cotidianas en el campo y sí a la pintura, Rosalío no hizo caso a las críticas y ha seguido plasmando su arte, pues afirma que lo que a él le interesa es hacer lo que le gusta, al igual que a otras personas disfrutan diferentes actividades, para así llegar a ser un buen pintor.
¿Desde cuándo te dedicas a la pintura?
En los noventas ya me dediqué a la pintura, de ahí para acá.
¿Cómo se desarrolla tu gusto por la pintura?
Antes de eso ya pintaba, no sé si haya de mis antepasados sangre de pintores, pero el gusto por la pintura se vino dando, con la experiencia, todo lo que pinto es en base a la experiencia. Empecé dibujando aviones y barcos como a los doce años, los dibujaba en papel, después conocí el papel cascarón, ahí le empecé a dar colores, después descubrí la tela, que era mejor para pintar.
¿Cómo aprendes la técnica con el oleo sobre tela?
¿Cómo se desarrolla tu gusto por la pintura?
Antes de eso ya pintaba, no sé si haya de mis antepasados sangre de pintores, pero el gusto por la pintura se vino dando, con la experiencia, todo lo que pinto es en base a la experiencia. Empecé dibujando aviones y barcos como a los doce años, los dibujaba en papel, después conocí el papel cascarón, ahí le empecé a dar colores, después descubrí la tela, que era mejor para pintar.
¿Cómo aprendes la técnica con el oleo sobre tela?
No sé, la técnica la he ido aprendiendo poco a poco, es una experiencia que se fue dando, claro que al principio no pintaba como pinto ahora, era más rústico, más abstracto y ahora pinto más realismo, a veces pinto cosas surrealistas, me siento frente al cuadro y veo el lienzo liso y a veces no sé lo que voy a pintar, hago una maraña y después la maraña me da esto o aquello, entonces me sale una pintura surrealista, y también hay veces en que ya tengo la idea de que voy a pintar un cuadro con una fruta, paisajes, o lo que sea.
¿El arte deja para vivir?
Pues sí deja para vivir, pero es más el gusto de pintar lo que le deja a uno, aunque a veces estás necesitado de dinero para vivir yo no dejo de pintar, venda o no venda, yo sigo pintando.
¿Cuál es el placer de pintar?
El placer es que te llena, te da gusto pintar, me da vida, me emociona pintar, duro a veces un día o dos, o una semana sin pintar y ya ando desesperado por sentarme a pintar algo, y cuando ya voy a la mitad de la obra que estoy realizando, ya me siento pleno de hacer lo que me gusta.
¿En qué piensas cuando estás pintando?
A veces sí varían los pensamientos, los sentimientos, al principio se concentra uno en lo que estás pintando, en lo que tú quieres, en lo que vas a realizar, pero poco a poco te vas metiendo a pensar cosas, ya sea del amor, cualquier cosa, son muchas cosas diferentes que no sé explicar, me voy a muchas partes, depende de lo que esté pintando, a veces son cosas que me imagino, otras son detallitos de otros cuadros, entonces capto esas ideas para hacer mis cuadros.
¿Dónde observas esos detalles?
¿El arte deja para vivir?
Pues sí deja para vivir, pero es más el gusto de pintar lo que le deja a uno, aunque a veces estás necesitado de dinero para vivir yo no dejo de pintar, venda o no venda, yo sigo pintando.
¿Cuál es el placer de pintar?
El placer es que te llena, te da gusto pintar, me da vida, me emociona pintar, duro a veces un día o dos, o una semana sin pintar y ya ando desesperado por sentarme a pintar algo, y cuando ya voy a la mitad de la obra que estoy realizando, ya me siento pleno de hacer lo que me gusta.
¿En qué piensas cuando estás pintando?
A veces sí varían los pensamientos, los sentimientos, al principio se concentra uno en lo que estás pintando, en lo que tú quieres, en lo que vas a realizar, pero poco a poco te vas metiendo a pensar cosas, ya sea del amor, cualquier cosa, son muchas cosas diferentes que no sé explicar, me voy a muchas partes, depende de lo que esté pintando, a veces son cosas que me imagino, otras son detallitos de otros cuadros, entonces capto esas ideas para hacer mis cuadros.
¿Dónde observas esos detalles?
Los veo en libros de arte, ahí aprende uno a ver las composiciones, colores, muchas cosas aprende uno de otros pintores.
¿Has tomado alguna vez clases de pintura?
No, ninguna, nunca, por ejemplo en mis pinturas primero tengo una idea de lo que quiero, entonces ya con esa idea, los árboles, las sombras, le voy poniendo luces o tonos duros, a veces hay contraluces y así los voy poniendo como los voy viendo, ya con la práctica, trabajando te va dando más efectividad en la pincelada para que te de los efectos que quieres dar, más simples, más claros o más marcados para la luz y la sombra.
¿Qué es lo más difícil de pintar?
Es igual, no me da trabajo pintar, ya llevo alrededor de 350 cuadros grandes, no me gusta pintar más chicos porque quiero mi mano más libre, quiero más libertad en mi pincelada, por eso hago los cuadros grandes.
¿Qué te faltaría aplicar a tus cuadros?
No sé, tendría que descubrirlo, pero a veces siento que necesito más colores de los que ya están, más tonos, más reales, como en el surrealismo que se inventan tonos, así quiero yo inventar más tonos que no existan, que casi no se ven, eso es lo que quiero lograr poco a poco, porque en algunos cuadros surrealistas que he hecho sí he sacado otros tonos que no se ven, quiero hacer más combinaciones.
¿Cómo te defines como pintor?
Pues que estoy en una etapa media, quisiera ser muy bueno porque yo mis respetos a muchos pintores, he visto muchas obras muy buenas.
¿Hasta dónde te gustaría llegar con tu pintura?
Pues lo más alto que se pueda, si se trata de ser bueno, pues ser el más bueno que pueda haber, pero eso le corresponde al público darme el lugar que me merezco.
¿Qué plasmas de ti en tu pintura?
Lo que quiero plasmar es que mi gusto le guste a la gente que ve mis pinturas, quisiera que la gente se sienta satisfecha, plena con mis pinturas y diga, esto me gusta, esto me llena, y así busco que le guste mi trabajo a las personas.
Nota de www.vallartaopina.net / Todos los derechos reservados de su autor
¿Has tomado alguna vez clases de pintura?
No, ninguna, nunca, por ejemplo en mis pinturas primero tengo una idea de lo que quiero, entonces ya con esa idea, los árboles, las sombras, le voy poniendo luces o tonos duros, a veces hay contraluces y así los voy poniendo como los voy viendo, ya con la práctica, trabajando te va dando más efectividad en la pincelada para que te de los efectos que quieres dar, más simples, más claros o más marcados para la luz y la sombra.
¿Qué es lo más difícil de pintar?
Es igual, no me da trabajo pintar, ya llevo alrededor de 350 cuadros grandes, no me gusta pintar más chicos porque quiero mi mano más libre, quiero más libertad en mi pincelada, por eso hago los cuadros grandes.
¿Qué te faltaría aplicar a tus cuadros?
No sé, tendría que descubrirlo, pero a veces siento que necesito más colores de los que ya están, más tonos, más reales, como en el surrealismo que se inventan tonos, así quiero yo inventar más tonos que no existan, que casi no se ven, eso es lo que quiero lograr poco a poco, porque en algunos cuadros surrealistas que he hecho sí he sacado otros tonos que no se ven, quiero hacer más combinaciones.
¿Cómo te defines como pintor?
Pues que estoy en una etapa media, quisiera ser muy bueno porque yo mis respetos a muchos pintores, he visto muchas obras muy buenas.
¿Hasta dónde te gustaría llegar con tu pintura?
Pues lo más alto que se pueda, si se trata de ser bueno, pues ser el más bueno que pueda haber, pero eso le corresponde al público darme el lugar que me merezco.
¿Qué plasmas de ti en tu pintura?
Lo que quiero plasmar es que mi gusto le guste a la gente que ve mis pinturas, quisiera que la gente se sienta satisfecha, plena con mis pinturas y diga, esto me gusta, esto me llena, y así busco que le guste mi trabajo a las personas.
Nota de www.vallartaopina.net / Todos los derechos reservados de su autor
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